viernes, 23 de abril de 2010

Y yo también quise ser - Some Of These Days

Y yo también quise ser. .Fue lo único que quise; ésta es la clave del asunto. Veo claro en el aparente desorden de mi vida: en el fondo de todas esas tentativas que parecían sin relación, encuentro el mismo deseo: arrojar fuera de mí la existencia, vaciar los instantes de su grasa, torcerlos, desecarlos, purificarme, endurecerme,
para dar al fin el sonido neto y preciso de una nota de saxofón Hasta podría constituir un apólogo: era una vez un pobre tipo que se había equivocado de mundo. Existía, como la otra gente, en el mundo de los jardines públicos, de los cafés, de las ciudades comerciales, y quería persuadirse de que vivía en otra parte, detrás de la tela de los cuadros, con los dux del Tintoreto, con los graves florentinos de Gozzoli, detrás de las páginas de los libros, con Fabricio del Dongo y Julián Sorel, detrás de los discos de fonógrafo, con las largas quejas secas del jazz. Y después de hacer el imbécil, comprendió, abrió los ojos, vio que había sido un error; estaba en una taberna, justamente, frente a un vaso de cerveza tibia. Permaneció abrumado en el asiento; pensó: soy un imbécil. Y en ese preciso momento, del otro lado de la existencia, en aquel otro mundo que puede verse de lejos, pero sin alcanzarlo nunca, una pequeña melodía se puso á danzar, a cantar:

“Hay que ser como yo, hay que padecer con ritmo”

La voz canta:

``Some of these days
You’ll miss me honey´´





Soy libre: no me queda ninguna razón para vivir, todas las que probé
aflojaron y ya no puedo imaginar otras. Todavía soy bastante joven, todavía tengo fuerzas bastantes para volver a empezar. ¿Pero qué es lo que hay que empezar? Sólo ahora comprendo cuánto había contado con Anny para salvarme, en lo más fuerte de mis terrores, de mis náuseas. Mi pasado ha muerto, M. de
R ha muerto, Anny volvió para quitarme toda esperanza. Estoy solo en esta calle blanca bordeada de jardines. Sólo y libre. Pero esta libertad se parece un poco a la muerte.
Hoy mi vida llega a su fin. Mañana habré dejado esta ciudad que se extiende.

La Nausea, J.P.Sartre.

jueves, 15 de abril de 2010

Lo que fue, lo que vendrá, lo que puede venir...



Oye ladrar los perros que indagan el linaje de las
sombras,
óyelos desgarrar la tela del presagio.
Escucha. Alguien avanza
y las maderas crujen debajo de tus pies como si
huyeras sin cesar y sin cesar llegaras.
Tú sellaste las puertas con tu nombre inscripto en
las cenizas de ayer y de mañana.
Pero alguien ha llegado.
Y otros rostros te soplan el rostro en los espejos
donde ya no eres más que una bujía desgarrada,
una luna invadida debajo de las aguas por triunfos y
combates,
por helechos.

Aquí está lo que es,lo que fue, lo que vendrá, lo que
puede venir.


Siete respuestas tienes para siete preguntas.
Lo atestigua tu carta que es el signo del Mundo:
a tu derecha el Ángel,
a tu izquierda el Demonio.
¿Quién llama?, ¿pero quién llama desde tu
nacimiento hasta tu muerte
con una llave rota, con un anillo que hace años fue
enterrado?
¿Quiénes planean sobre sus propios pasos como
una bandada de aves?
Las Estrellas alumbran el cielo del enigma.
Mas lo que quieres ver no puede ser mirado cara
a cara
porque su luz es de otro reino.
Y aún no es su hora. Y habrá tiempo.

De Cartomancia O.Orozco

martes, 6 de abril de 2010

Myself

En el centro de mí mismo, no importa que no se detendrá la unidad y se preguntan todavía (me pregunto si debo detener el fuego), todavía pienso que el amor es la reina de todas, la reina de nosotros, puede decir lo que quiera, que no entiendo sus formas, a veces en mi odio, me gustaría estar solo en mi camino, pero aparece una vez, y otra vez, una y otra vez, y me pregunto si debo detener el fuego, no puedo detener el fuego ... Siento que te estoy perdiendo, esta vez.